La imagen corporativa es el activo más valioso de una compañía. Los edificios, equipos, productos en bodega, incluso las marcas, tienen un valor ínfimo comparado con el de la imagen corporativa, que se forja a lo largo del tiempo y cuyo valor monetario es incalculable.
En un mundo tan competitivo como el actual, resulta sumamente importante que las empresas se preocupen de la percepción que los diferentes públicos tienen sobre sus organizaciones.
En la actualidad, la imagen que transmite una empresa es uno de los factores fundamentales en las decisiones de sus clientes, proveedores, entidades financieras y todo lo que lo rodea. Es un elemento diferenciador de la competencia y que, por lo tanto, permite que su negocio se posicione en la mente de los clientes.
Está comprobado que más del 80% de las decisiones que realiza un cliente se basa en la imagen, es decir que compra por los ojos.
La mayor parte del impacto que provoca una empresa es de forma visual, bien por su apariencia o por la forma de comportarse. El impacto que causamos a través de la imagen puede ayudarnos a potenciar nuestras venta o por el contrario a reducirlas.
¿Sobre Quienes se Proyecta la Imagen Corporativa?
• Los consumidores potenciales que forman el mercado.
• Los usuarios de los productos de la empresa.
• Los proveedores y distribuidores.
• Los exportadores.
• Los empleados de la empresa.
• Las demás empresas.
• Las instituciones financieras y compañías de seguros.
• Las instituciones gremiales o laborales.
• Las instituciones de gobierno.
• Los medios de comunicación